ELLA ESTÁ EN TUS MANOS:

Había un viudo que vivía con sus dos hijas que eran bastante curiosas. Siempre hacían muchas preguntas que él algunas veces sabia responder y otras veces no. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones donde un anciano muy sabio, que vivía en lo alto de una colina.

El sabio siempre respondía sin ni siquiera dudar. Impacientes, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no supiera responder. Entonces, una de ellas apareció con una linda mariposa azul, que usaría para engañar al anciano. ¿Qué vas a hacer? – le preguntó su hermana.

Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle si está viva o muerta. Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si en cambio dice que está viva, la aplastaré. Y así, cualquiera que sea su respuesta, ¡estará equivocado!

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del anciano, que estaba meditando. Se acercaron y le dijeron: tengo aquí una mariposa azul. Dígame, señor, ¿está viva o muerta?

Muy calmadamente el sabio respondió: Depende de ti… ella está en tus manos.

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle. Somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos o dejamos de conquistar. Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella.

Cristián Urzúa Pérez: “Historias para Crecer como Persona”. Colección: Crecer. Edición San Pablo. Mayo 2009. Pág: 76

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